Novena a Dios Padre
2020-07-28
Cada día se empieza con la oración: Padre de mi corazón, de mi alma, me postro delante de Ti en adoración y Te agradezco que me quisiste crear. Desde el principio de la existencia del mundo, estuviste escribiendo el libro de Tu amor al género humano, a mí. Te doy las gracias por la Santa Biblia, por los profetas y por los ángeles, a quienes has mandado para que asistieran a los hombres. Te doy las gracias por María, cuya creación fue la cumbre de Tu amor hacia el hombre. Te doy las gracias por Jesús, Tu Hijo, a quien entregaste al mundo, para que nos salvara por su pasión y crucifixión. Te pido de todo el corazón: que Tu amor hacia mi alma no sea en vano. Que mi conversión sea sincera, para que, después de que se cumplan mis días, te pueda ofrecer desde la gratitud mi corazón bello y pulcro, y para que llegue a ser la alegría de Tus ojos en Tu Reino, por los siglos de los siglos. Amén. 1 día de la novena 16.09.2017 Dios Padre: Hoy es el primer día. Vas a contemplar la obra de la creación. Cuando deseé crear un ser perfectamente libre, creé al hombre a Mi imagen y semejanza. Lo hice señor de todas las criaturas vivas para que tuviera el poder sobre las criaturas de la tierra de la misma manera que Yo tengo este poder sobre todas las criaturas existentes. Le di al mismo tiempo Mis prerrogativas para que no desperdiciara Mi Gracia y para que inadvertidamente no llegara a romper nuestra amistad. A pesar de Mi precaución, el hombre rechazó Mi Voluntad y deseó convertirse en dios él mismo, por lo que Me hirió profundamente porque en verdad todo lo creé para él. ¿Tengo que encarnarme Yo Mismo para demostrar el agradecimiento por la belleza del mundo? ¿Tengo que pasear solo por las briznas de hierba, calentar los pies en la arena del mar? No, esto no Me daría alivio. Al igual que ningún padre después de la pérdida de un hijo encontrará alivio acostándose en su camita y jugando con los juguetes infantiles, ni Yo tampoco encuentro deleite en Mi Creación. Más bien, Me entristece su belleza porque ya no tengo un hijo para quien creé el mundo. La expulsión de Adán y Eva del Paraíso fue una necesaria consecuencia de su elección para que, al quebrantar una nueva ley y Alianza, no se convirtieran en Mis enemigos para la eternidad, a modo del hijo de la perdición - Satanás. Mi plan perfecto hacia el hombre estuvo destruido sin vuelta atrás pero no Mi Amor hacia él. Mi Amor es Creativo; Me vino un deseo de hacer un bien todavía mayor del que planeaba al principio. En ello se revela Mi Divinidad. Soy infinitamente generoso. Oración para terminar el primer día de la novena: Oración de adoración a Dios Padre por la obra de la creación Te adoro, Padre, por la obra de la creación. Qué seas alabado con cada deleite con el cual admiro Tus obras perfectas. Te doy las gracias por Tu magnanimidad, gracias a la cual no me cancelaste por culpa de mi primer pecado, sino planeaste un bien aún más grande en mi vida. Obséquiame con el corazón deseoso de expiar con sinceridad para que esta vez cumpla con Tu plan aún más perfecto. Amén.
2 día de la novena 19.09.2017 Dios Padre: El segundo día de la novena vas a contemplar la creación de la Mujer Inmaculada. Mi Corazón herido no contemplaba Su dolor, sino que toda la gente y todas las criaturas le dieron tanta lástima que decidí reparar todo ese mal y revelar al mundo Mi Misericordia. Creé a la Mujer de Corazón Inmaculado para en ella y por ella reparar todo el mal. En el lugar de esos dos infelices, debajo del mismo árbol puse a la invencible Mujer, a quién creé de Mis lágrimas y de Mi esperanza. Ella es la hija de Mi huérfano Corazón, Mi orgullo paterno el cual no llegué a saborear. Este bello ser humano recibió aún más que Adán y Eva. A María, la saqué como que si fuera de Mi propia costilla. En el sentido espiritual Ella proviene del dolor de Mi Corazón el cual, sufriendo a causa de la pérdida de la prole, creó un bien aún mayor. Un santo sufrimiento siempre engendra el bien y Mi sufrimiento dio un fruto en forma de María. El varón con quien unirá su existencia será entonces Dios y Hombre, el Cristo quien descenderá a Su inmaculado seno para salvar al mundo. De la misma manera que el mal vino al mundo por Eva, ahora, por María, vendrá al mundo el mayor bien que vencerá el mal. Desde el momento que María abrió los ojos, Mi Paterno Rostro no para de sonreír. Ella aceptó Mi designio y lo realizará por completo planteándose delante de Mí en el nombre de la humanidad. Su prole es Mi prole. Sus hijos son el deleite de Mi Corazón. Con ellos aplastará la cabeza de la antigua serpiente para que venza el Fruto de su Inmaculado seno - Jesucristo el Rey. Oración para terminar el segundo día de la novena: Oración de adoración a Dios Padre por la creación de María Te adoro, Padre, por la creación de María quien concibió a Dios en su inmaculado seno, y en su Inmaculado Corazón concibió a la humanidad renacida. Te doy las gracias por Su pulcro amor y virginal confianza los cuales evocan Tu sonrisa y son un bálsamo para Tu primera herida del Paraíso. Haz, Te lo pido, que sea un verdadero hijo de Su Inmaculado Corazón. Déjame tomar parte en su amor, su lucha y su victoria. Déjame tomar parte en Tu sonrisa con la cual La obsequias. Amén. 3 día de la novena 20.09.2017 Dios Padre: Quiero que el tercer día consideres el martirio de Mi Hijo Jesús. Cuando llamé a la vida a la santa Mujer y Ella aceptó Mi Voluntad con humildad, Yo mismo descendí en Mi Hijo a la Tierra, la que creé para el hombre. Pues la humanidad ha sido contaminada por la mancha del pecado original y sólo María no quedó afectada por la plaga de la corrupción. Toda la humanidad había perdido la gracia y estaba envuelta en las tinieblas de su propio pecado. Decidí entonces que sacrificaría a Mi propio Hijo como Ofrenda propiciatoria, la cual obtuviera el perdón a los hombres y les asegurara grandes gracias inmerecidas, con las cuales tanto deseo colmarlos. Por lo tanto, nadie entre los mortales amaba la humanidad con tanto fervor que pudiera sufrir por ella de manera tan cruel y para entregar por ella la vida tan inocentemente. La Ofrenda que pedía Mi justicia tenía que ser tan magnánima como Mi designio de enaltecer a la humanidad, la cual se merecía más bien el castigo y condenación. Mi Hijo aceptó Mi Voluntad con amor porque amó a la humanidad con Mi medida y deseó compartir con ella Mi paternidad y poseer hermanos inmortales, a quienes no les tocará más la mancha de la corrupción. Deseó llevar a su Reino a la gente desterrada del Paraíso y compartir con ella su eterna felicidad. Aceptó entonces el cuerpo de María y se reveló al mundo en la medida visible, como un niño inocente, consagrado a Dios. Como el Hijo Primogénito, primicia del Cielo, de la gracia ofrecida a la humanidad después de su caída. Jesús vivió toda su vida humana: nacimiento, infancia, niñez, juventud y la edad madura. Y cuando maduró como el fruto de Mi gracia y al mismo tiempo como el Fruto del inmaculado seno, María Me Lo entregó a Mi Altar. No Lo cortó y no guardó Su dulzura para sí, sino que Lo cuidó en su Seno y cuando parecía ya maduro y listo, Me Lo ofreció para que hiciera con Él lo que me plazca. Me Lo llevé de las manos de la Mujer y Lo colgué de nuevo en el árbol para que todo hombre que Lo mirara y Me Lo ofreciera, obtenga las gracias del perdón y de la redención de sus pecados. El sangriento Sacrificio de Jesús sanó Mi Corazón herido y se abrió de nuevo a la humanidad derramando al mundo la gracia del perdón. Oración para terminar el tercer día de la novena: Oración de adoración a Dios Padre por sacrificar a Su Único Hijo Padre, Te adoro porque sacrificaste por mí a Tu Único Hijo para mirar Su sangriento martirio y para ocultarme de Tu justo castigo. Te doy las gracias porque me diste una nueva vida en Jesús y, por Su Sangre, me uniste de nuevo contigo con lazos familiares. Te pido humildemente que mire al Jesús crucificado toda mi vida y que Te Lo ofrezca por los pecados míos y los del mundo entero, y que Su Pasión no sea en vano para nosotros. Amén.
4 día de la novena 21.09.2017 Dios Padre: En este día vas a contemplar el misterio del Santísimo Sacramento. Después de que Mi Hijo estuvo colgado en el madero de la cruz y Me entregó su vida para el rescate de las almas humanas, y murió en la cruz en la pasión, Yo mismo Lo quité de la cruz como el Fruto que la mano humana nunca había debido tocar. El secreto de Mi perdón abarcó a toda la Tierra. Para que la muerte sanadora del Inmortal pudiera alcanzar a todo lo que estuvo tocado por la mancha de la muerte, Jesús ha estado enterrado. Al tercer día resucitó y con Él resucitó la esperanza de la humanidad hacia la futura morada con su Creador en el Paraíso. Esta vez este Paraíso será aún más maravilloso, aún más rico, más perfecto, y en él ya no habrá pruebas, y ya no entrará ninguna serpiente para acechar a mi prole. Jesús, por medio de su Ofrenda, sanará a la humanidad y la perfeccionará hasta el punto de poder tener Mi Nombre. Ahora te hablaré de lo más importante, de lo que para tu alma es la verdad y la necesidad fundamental. El maldecido fruto de la corrupción, cuyo consumo envenenó todas las almas humanas, ha sido vencido con el poder de la sanación del Fruto de la Vida. Jesús, El Fruto de Mi Divino seno y del inmaculado seno de la Virgen María, ha sido colgado en el árbol para su sanación. Él es, en cierto modo, un antídoto para el veneno que circula en las venas de la humanidad. Al mirar a Jesús crucificado para ustedes y al confesar su pecado, la humanidad ya obtiene la gracia. Sin embargo, esto ha sido demasiado poco para Mí y por eso Yo mismo alcancé este Fruto, Lo quité directamente del árbol y se Lo di a ustedes para que Lo consumieran, para que Su jugo fresco, la Sangre de Mi Hijo, sanara su sangre depravada. Consumiendo, entonces, el Santísimo Cuerpo y Sangre de Mi Hijo en el Sacramento de la Santa Comunión, reciben de Mi mano el Fruto de la sanación directamente del Altar, o sea de la cruz. En la Sacratísima Hostia se encierra toda la fuerza de sanación que Jesús obtuvo para la humanidad por medio de Su Pasión en la cruz. Recibiendo al Sacratísimo Sacramento en su corazón, el hombre alcanza la gracia de la transformación de su interior depravado, de la sanación de la enfermedad de su propia naturaleza de modo que, con el tiempo, la naturaleza humana se asemeja a la naturaleza de Mi Hijo, a la naturaleza no contaminada por la mancha del pecado original. Sucumben a la transformación las intenciones del hombre, sus objetivos y deseos y también la actitud del hombre hacia Dios y sus prójimos. Sin embargo, este Sacratísimo y sanador Sacramento es eficaz sólo en las almas puras y penitentes que verdaderamente buscan la sanación. Por la Sangre de Jesús se unen conmigo de modo sobrenatural por lazos de la Divina Sangre de Jesús, de modo que ya no los llamo criaturas sino hijos. Te bendigo, mi hija. Oración para terminar el cuarto día de la novena: Oración de adoración a Dios Padre por el Santísimo Sacramento Te adoro, Padre, por el Santísimo Sacramento, con el cual nutres y sanas mi alma. Que seas alabado porque con la mano del sacerdote Tú mismo me entregas en mi boca Tu santo Fruto de la vida proveniente del árbol de la cruz. Te doy las gracias por la Sangre de Tu Hijo que circula en mis venas, gracias a la cual ya no me llamas criatura sino hijo. Haz que reciba este Santísimo Sacramento siempre digna y conscientemente con la mayor gratitud. Amen. 5 día de la novena 24.09.2017 Dios Padre: El quinto día, contempla la gracia que te di enviando al Espíritu Santo a la Tierra. Cuando recibí el rescate por tu alma y por todas las almas humanas, Mi enemigo intensificó la lucha contra mi creatura. Por odio hacia estas grandes gracias que llegaron a ser parte del hombre, asesinaba a Mis santos deseando al menos matar sus cuerpos porque ya no tenía poder sobre el espíritu. Entonces derramé desde el Cielo una fuerza omnipotente para los que creyeran en Mi Palabra. Les envié a Mi Santo Espíritu como una fuerza interna de las almas santas, una que será invencible e intrépida. La angustia cambié en valentía y el temor en proeza. Gracias a Mi Espíritu las almas selectas llegaron a ser capaces de seguir a Mi Hijo en el camino de la Salvación. Pues la contaminada naturaleza humana cede a las Personas Divinas que ascienden al alma por medio de los Sacramentos. A pesar de que el hombre permanezca cargado con las consecuencias del pecado original, recibió la gracia de permanecer en un vínculo ininterrumpido con Dios precisamente a través de los sacramentos y de este modo, por decirlo así, ir más allá de las limitaciones de su propia naturaleza y sacar provecho de la naturaleza Divina. Mientras más grande la consciente participación del hombre en los sacramentos en la Tierra, más apto se vuelve el hombre para vencer su propia naturaleza y para alcanzar la deificación. De este modo el Espíritu Santo llegó a ser para el hombre realmente una especie de alas hacia el Cielo. El alma unida a Él se levanta por encima de lo que es débil y humano extrayendo de las posibilidades y de la naturaleza del mismo Dios quien entonces llega a unirse con el hombre por medio del Espíritu Santo. El vínculo entre la humanidad y Dios está precisamente en el Espíritu Santo quien une la Tierra con el Cielo. De este modo, el hombre que habita todavía en la Tierra ya puede extraer de la promesa del Cielo, puede poseer a Dios en el corazón y adorarlo en su interior como los ángeles Lo adoran en el Cielo. Estas son las arras de la posesión completa. El que recibió las arras y no las despilfarró, recibirá la paga completa en el Cielo. Para el hombre entonces El Espíritu Santo es el Cielo que aprehende ya en la Tierra. Si no se desprende de Él, seguramente se elevará con Él hacia el Paraíso eterno en el cual lo espero con Mis brazos abiertos. Oración para terminar el quinto día de la novena: Oración de adoración a Dios Padre por enviar al Espíritu Santo Te adoro, Padre, Por habernos enviado a Tu Santo Espíritu, en el cual ya recibimos las arras inmerecidas de la Vida eterna en la gloria. Te agradezco que por medio de los santos Sacramentos puedo poseer al Espíritu Santo en el corazón y tomar el Cielo por la mano. Te pido que conserves mi alma libre del pecado mortal para que no pierda este bendito vínculo contigo por medio de Tu Espíritu. Amén 6 día de la novena 27.09.2017 Dios Padre: El sexto día de la novena vas a contemplar la institución de la santa Iglesia en la Tierra. Después de la Redención de la humanidad y del envío del Espíritu Santo, todas las gracias que quise derramar sobre la Tierra las encerré en la santa Iglesia la cual fue creada para la Salvación de la humanidad. Toda la gente redimida por la Divina Sangre de Jesús tiene derecho a entrar a la Iglesia y extraer de ella infinitos recursos de las gracias que dejé en ella para cada una de las almas. La condición para entrar a la Iglesia y para extraer de sus riquezas es, sin embargo, la fe en todo lo que la Iglesia determina en el llamado Credo, o sea la confesión de la fe. La primera gracia que posibilita el acceso al resto de las gracias incluidas en la Iglesia es el santo Bautismo. Sólo después el alma tiene derecho a extraer de los demás sacramentos. La Iglesia es una especie de oasis en el desierto establecida por Mí; en ella, cada viajero encontrará descanso y refuerzo. En la Iglesia oculté todos Mis tesoros y misterios; pero, ante todo, estoy presente en ella Yo mismo: en Cuerpo, o sea en Mi Hijo, y en Espíritu, o sea en Mi Espíritu. En la Iglesia y por la Iglesia recibes Mi perdón, Mi fuerza, Mi divinidad, los dones de Mi Espíritu, la Pasión y la Resurrección de Mi Hijo, la herencia indestructible y la Vida eterna en el mundo futuro. En la Iglesia y por ella recibes Mi sanación y deificación de tu alma, es decir, Mi semejanza para presentarte delante de Mí en el momento de la muerte como Mi hijo creado a Mi imagen y semejanza. Todo lo que designé y tengo para ti lo recibirás en la Iglesia porque ella tiene el poder de repartir la gracia del Cielo. En la Iglesia está la Salvación así que habla de ella con gran respeto y ora por ella para que las puertas infernales no puedan con ella; no porque podría abandonarla sino para que desee conservarla para ti en pureza. En ella Me complazco. Si ha perdido su semejanza y belleza originales, pues cada pecador tiene la culpa de ello. No son los jerarcas sino los pecadores quienes dejan entrar al diablo a la Iglesia así que solo el que no tiene pecado no toma parte en la destrucción de Mi obra perfecta. Cada pecador contribuye a la creación de las grietas y enfermedades en el seno de la Iglesia y cada santo es la sanación para este estado. Entonces cuando Me piden perdón por los errores de los otros, golpeen sus propios pechos porque sus pecados son la causa de los pecados de aquellos. Por lo tanto, la conversión de ustedes puede traer la conversión de aquellos porque la Iglesia es una y cada miembro de la Iglesia influye su estado y apariencia al igual que cada miembro de la familia influye la opinión de su familia y si su apellido será envuelto en el futuro en la gloria o será pronunciado con vergüenza. Oración para terminar el sexto día de la novena: Oración de adoración a Dios Padre por la santa Iglesia Te adoro, Padre, por la santa Iglesia, a la cual me nombraste todavía en mi niñez.
Te doy las gracias por los Sacramentos, en los cuales me das a Ti mismo en Tu Hijo y en el Espíritu Santo. Haz, Te lo pido, que contribuya a fortalecer la Iglesia en el mundo, a expandir sus enseñanzas y bendiciones a todas las almas humanas. Amén. 7 día de la novena 9.10.2017 Dios Padre: El séptimo día de la novena vas a contemplar Mi amor contenido en el don de la Sagrada Escritura. Desde el principio de la existencia del hombre, escribía para él el libro sobre Mi amor. Mi Espíritu descendía sobre las mentes purificadas para hablar al hombre a través de ellas sobre las hojas del Libro de amor. Cuando intento describirte Mi amor me faltan palabras que puedas comprender. Usé entonces muchas palabras, muchos actos y muchas mentes para describirte Mi amor. La Sagrada Escritura es una historia del amor infeliz de Dios hacia el hombre. El amor que nunca se rinde y debilita. El amor rechazado, traicionado, despreciado y abusado. El amor no amado. Leyendo los capítulos consecutivos de este santo Libro puedes conocer la historia de Mi Corazón con exactitud como si te lo dejara examinar y describir su latido minuto a minuto. Esta historia no está todavía terminada. Te di un exacto mapa de Mi Corazón para que él que lo desea pueda verdaderamente conocerme con exactitud conociendo la historia de Mi amor. Día tras día lucho por el corazón humano. Día tras día desgloso un nuevo capítulo de este Libro porque Mi amor es infinito y no descansará hasta no convencer al mundo que ama verdaderamente. Escribí este libro para cada alma que creé. En él llamo individualmente a esta alma para que Me ame. Le explico quién soy y qué deseo. Le describo a Mí mismo para despertar en ella el amor. Describo Mi tristeza para despertar en ella compasión. Describo Mi historia para que el alma humana, para quien hago todo ello, desee conocerme y para que una vez que sepa qué tanto la amé, Me ame a Mí. Para que llegue a apreciar Mi amor fiel con el cual nada se puede comparar. Te confesé algún día que, si iba a escribir el libro sobre Mi amor hacia ti, sería infinito. Pues lo estoy escribiendo desde el principio de la existencia del mundo y no puedo terminarlo. Todavía encuentro nuevas palabras para describírtelo. Tu eres Mi nueva palabra. Cada alma es Mi nueva palabra. Nuestra historia no tiene que ser infeliz. Aún no la terminé. Respóndeme. Te doy la libertad de terminarla para Mí. Te pongo la pluma en la mano, Mi Espíritu. Te doy la libertad en la creación del final. Te bendigo. Oración para terminar el séptimo día de la novena: Oración de adoración a Dios Padre por la Sagrada Escritura Te adoro, Padre, por la Sagrada Escritura, el Libro de amor que estás escribiendo al hombre desde el principio de la creación. Te doy las gracias porque amas tanto que ninguna traición, decepción y rechazo pueden cambiar Tu fidelidad.
Haz, Te lo pido, que el mundo desee conocer Tu Corazón y tras conocerlo que llegue a amarte con sinceridad. Haz, Te lo pido, que la historia de nuestro amor tenga un fin feliz: Y vivieron eterna y felizmente. Amén. 8 día de la novena 10.10.2017 Dios Padre: En este día Me vas a dar las gracias por la creación de los ángeles. Creé a los ángeles por amor. Son bellos con la belleza de Su Creador. Su destino es la morada en Mi presencia y el servicio en la realización de Mis planes hacia el hombre. Su propósito es el amor y su actividad es amar. Los ángeles aman al hombre porque es Mi hijo. En Jesús el hombre alcanzó su cumbre y sin Él no puede ser un ser humano completo, o sea, un ser humano de Mi Voluntad. Estos ángeles que no amaron al hombre y no adoraron en él Mi Voluntad se privaron de Mi felicidad. Mi felicidad es en Mi Hijo, en Jesucristo quien se hizo hombre. Soy Dios en la Santa Trinidad. Al rechazar la humanidad de Jesús, se rechaza a la vez Mi Divinidad. Por eso, los ángeles que desdeñaron al hombre desdeñaron a la vez a Dios.
Todos los ángeles, entonces, empezando por los príncipes y terminando con los Ángeles de la Guarda aman al hombre y este es el motivo de su intercesión y preocupación por la humanidad. Les dejé a ustedes a conocer los nombres de Mis Arcángeles para que los puedan llamar en su defensa. Les dejé a conocer los nombres de Mis enemigos para que sean conscientes de su existencia y de su acción y para que puedan guardarse en contra de ellos. Los más poderosos de Mis amigos son a la vez los más humildes entes celestiales cuya protección puede recibir cada persona que la pida. Mis héroes celestiales son dispuestos a emprender la lucha en defensa de aquellos que se lo pidan con sinceridad. Cada persona sin excepción recibió además a un ente gemelo, al Ángel de la Guarda, que lo acompaña desde el momento de nacimiento para proteger, ayudar y guiar al alma humana hacia el Cielo. El Ángel de la Guarda conoce con exactitud el plan Divino hacia la persona de su protegido y sirve para realizarlo con todos sus talentos. El Ángel de la Guarda es, entonces, un amigo perfecto y fiel del hombre y lo acompaña en todo momento de la vida. Conoce todos los secretos del alma que cuida. Es un testigo invisible de todos los acontecimientos de su vida, por desgracia también de todos los pecados que lo toca ver. Su tarea es usar todos sus talentos, o sea, todos los dones Divinos que están a su alcance para santificar y salvar al hombre. Si el hombre sólo cree en su presencia e intenta colaborar con su Ángel de la Guarda puede alcanzar un grado muy alto de la santidad y al mismo tiempo pasar por la alegría de morar con su Ángel de la Guarda. Oración para terminar el octavo día de la novena: Oración de adoración a Dios Padre por la creación de los ángeles Te adoro, Padre, por los ángeles que regalaste a la humanidad. Te adoro por los Arcángeles quienes apoyan al hombre frágil con su fuerza potente. Te doy las gracias por la creación de los Ángeles de la Guarda, entes gemelos de nuestras almas. Te pido la gracia de establecer una verdadera amistad con mi Ángel de la Guarda para que Tu generosidad de haberme regalado este bello ser sea adorada en mi vida. Amén.
9 día de la novena 11.10.2017 Dios Padre: Escribe, hija. El último día de la novena vas a contemplar sobre qué cantidad de profetas nombré para transmitir Mi Palabra a la humanidad. Mientras más el hombre se alejaba de Mí, más Me acercaba Yo a él, lo seguía para que regresara y para que él Me siguiera. El hombre Me daba lastima. Cada vez que se apartaba de Mí y seguía sus propios caminos sufría y experimentaba el mal. Te quiero decir que, aunque debería de haberme enojado, Me compadecía de él. Nombrando almas selectas, extendía la mano hacia la humanidad en hundimiento. Cada alma selecta para transmitir Mi Palabra es la imagen viva de Mi misericordia hacia la humanidad. Quiero que el mundo se convierta. Quiero que honre al Único Dios. No se lo puedo explicar por tantos miles de años, aunque les hablo en todas las lenguas y en todos los rincones del mundo. Todos Mis selectos cargan con el peso de Mi rechazo. Comparten conmigo el dolor de no estar comprendido. Son un estorbo para el mundo. Introducen división donde el mal ha endurecido el bien. Insisten en llamar las cosas por sus nombres y en tomar decisiones difíciles, las cuales exigen sacrificios. Son Mi voz que enseña, aunque no encuentra oídos dignos. Como amo a estas almas que escojo para cargar la palabra que me pesa a tal grado que tengo que pronunciarla para sentir alivio. Si no hubiera nombrado a estas almas, Mi ira ya se hubiera rebalsado hace mucho tiempo y se hubiera derramado sobre la humanidad paganizada. Si no hubieran menoscabado Mi amargura, se la derramaría entera sobre el mundo ya hace mucho tiempo. En aquellos que los estorban está su esperanza. Los que vienen a pedir por las cosas que les resultan incomodas son su salvación. Cuando dejaré de darles Mi Palabra, entonces se pondrán con desesperación a buscar Mi Voluntad, pero no la encontrarán. Van a preguntar por los profetas, pero ninguno de ellos será Mío. Todas estas almas despreciadas y tontas a los ojos del mundo se convertirán en las más queridas deseables, pero no las encontrarán. Guardaré Mi Palabra en Mi boca hasta el tiempo que la abra de nuevo, cuándo estarán sedientos y deseosos de Mi Palabra más que del agua potable y del aire para respirar. En aquel entonces hablaré. Mi silencio purificará el mundo. 12.10.2017 Dios Padre: Escribe, mi hija. La novena es a rezar al menos una vez al año antes de Mi fiesta en agosto. Es un agradecimiento por todas las gracias que preparé para el hombre. Cuando la termines, dirás el acto de consagración a Mi Voluntad.
Oración para terminar el noveno día de la novena: Oración de adoración a Dios Padre por las almas selectas Te adoro, Padre, Por las almas selectas que nombraste para aplacar Tu ira. Te doy las gracias porque por ellas sientes alivio cuando les dices lo que Te pesa. Te doy las gracias por las palabras que diriges hacia la Tierra, por las que ya has dicho y por las que aún dirás. Ojalá que esté digno a Tus ojos de escucharlas, ojalá que esté digno a Tus ojos de escucharlas y de transmitirlas, ojalá que nunca pierda Tu Santo Espíritu. Amén.
Oración para terminar la novena de 9 días: Acto de consagración a la Voluntad de Dios Padre Padre, quien creaste el universo y todo lo que existe, Te consagro mi libre albedrío como el mayor de todos los dones que me regalaste. Porque eres Mi Padre y todo lo que haces, lo haces por amor, no tengo otros caminos que el Tuyo y otra voluntad que la Tuya. Te confío todo lo que tiene valor para mí, y deseo cumplir con Tu Voluntad cada día de mi vida. Creo que con Tu ayuda lo lograré todo porque para Ti no hay nada imposible. Amén. Fin de la novena
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